Esta es una de las lecturas del "Seminario de Teoría Constitucional y Filosofía Política" coordinado por Roberto Gargarella que se desarrollará, a partir del 11 de mayo, los miércoles de 18 a 19:30 hs en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Los presupuestos de la Constitución. Igualdad y democracia
Pensar la desigualdad
En este capítulo, centraremos nuestra atención en los presupuestos que han definido al constitucionalismo latinoamericano desde su consolidación -a fines del siglo xix- y su impacto para actuar en el presente, y modificar lo hecho entonces.
Según diremos, entre tales presupuestos figura, de manera dominante, una aproximación deficiente, defectuosa, en torno a la idea de la igualdad. La desigualdad es una marca de identidad de la región, al menos en América Latina, desde el nacimiento de nuestros países como naciones independientes. El problema no es nuevo, pero sus efectos –diremos aquí- no sólo no han terminado sino que, por el contrario, son permanentes y permean al completo del armazón constitucional: deterioran la estructura política; corroen
las relaciones personales; establecen barreras infranqueables en el ámbito social.
El constitucionalismo americano nació reconociendo su incapacidad para resolver el problema de la desigualdad. De modo todavía más fuerte, él nació admitiendo que iba a tomar como dada una situación de injusta desigualdad que, proclamaba, iba a disolverse (y por tanto a requerir cambios consecuentes) con el paso del tiempo.
Fundamentalmente, el constitucionalismo regional hizo explícito, desde su alumbramiento, que iba a tomar como un dato la desigualdad política, y que iba a convivir por muchos años, jurídicamente, con un esquema institucional destinado a afirmar, antes que a combatir o negar, dicha desigualdad. Ello, frente a un proyecto alternativo que proponía, en cambio, ser más consecuentes con los valores igualitarios que habían estado
presentes en el momento mismo de las revoluciones independentistas. En todo caso, lo cierto es que las instituciones que terminaron por crearse, entonces, y según veremos, reflejaron aquellos polémicos presupuestos de desafío a la igualdad. En otros términos, alguien podría decir que las instituciones entonces propuestas nacieron contaminadas por presupuestos políticos que hoy resultarían difíciles de aceptar. Qué hacer entonces? –podríamos preguntarnos. De qué modo “recuperar” nuestros esquema institucional, así
concebido?
Más lecturas del seminario en: http://www.seminariogargarella.blogspot.com/
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